(N. del T. El principio KISS (Keep It Simple, Stupid!) establece que la mayoría de sistemas funcionan mejor si se mantienen simples que si se hacen complejos; por ello, la simplicidad debe ser mantenida como un objetivo clave, y cualquier complejidad innecesaria debe ser evitada.)
“Hola Jay, ¿Tu sistema de entrenamiento se centra más en la hipertrofia sarcoplasmática o miofibrilar? ¿Crees que existe la hiperplasia? ¿En qué fibras te centrarías más para buscar la hipertrofia? ¿Tipo IIA, IIB, IIDD, tipo 36-26-36? ¿Cómo variarías la velocidad de las repeticiones dentro de una serie para tomar ventaja en esfuerzo dinámico induciendo así una mejora de los braquiales los cuáles mostraron una parálisis tras el entrenamiento en un análisis de orina , con la esperanza de la inoculación de los pectorales?
¿Cómo?
Estas son el tipo de preguntas sobre entrenamiento que me preguntan diariamente. El que hace esas preguntas es normalmente un chico de 67kg con un año de experiencia entrenando y aproximadamente 7.455.492 hilos en su foro favorito de musculación, donde él gasta la misma suma pero en horas. Es un experto aunque no ha entrenado a nadie y probablemente no encuentre tiempo para entrenarse sí puede hacer preguntas acerca de Superentrenamiento.
Boletín informativo: no se compliquen tanto señores.
En los últimos días he discutido esto con algunas de las personas más brillantes del sector. Primero, estuve la semana pasada con uno de los tíos más inteligentes en cuanto a fuerza y acondicionamiento, Alwyn Cosgrove. Discutimos sobre entrenamiento y coincidimos en que solamente el 1% de la veces va alguien a necesitar un programa de entrenamiento complicado y científicamente avanzado”.
Afterburn es nombre de un programa con unos resultados apabullantes, los cuales he podido ver en primera persona.
Cuando visité su gimnasio la pasada semana me quedé asombrado por las transformaciones que hizo a sus clientes.
Mientras estuve en Cali también tuve el placer que conocer a un gran entrenador de fuerza y acondicionamiento, Robert Dos Remedios. Estuvo hablando de su nuevo libro conmigo y me dijo que incluyó muchas cosas nuevas en él, pero la parte más importante del mismo era la que trataba sobre lo básico que la gente parece haber olvidado, o lo peor de todo, no saberlo. Nadie quiere hacer lo que mejor funciona, en cambio, parecen buscar lo más enrevesado. Dos Remedios y yo discutimos algunos de esos método del espacio y después de comentar uno, ambos dijimos a la vez: “No me entero una mierda.” Eso dijo un tío que ha obtenido grandes resultados con cientos de atletas durante veinte años. ¿Realmente piensas que necesitas algo más avanzado de lo que él usa?
Rotundamente no.
En el avión de vuelta a casa hablé del mismo tema con mi hermano Jared que pesa 96kg y tiene un peso muerto de 240kg. He entrenado con él y le he diseñado programas de entreno durante años. Durante un tiempo se dejó llevar por la moda científica y quiso hacer un programa “científicamente avanzado”, y sobretodo, complicado. Así fue como su progreso se vino abajo. Cuando volvió a lo básico, sus resultados se catapultaron de nuevo.
Cuando llegué a casa llamé a mi buen amigo Jim Wendler para ver qué estaba haciendo. Estuvimos hablando sobre entrenamiento y sobre los guerreros del teclado que tienen el insaciable deseo hacia los más avanzados programas sobre la tierra, incluso cuando su sentadilla es de 74kg y tienen 33cm de brazo y un caso de túnel carpiano. Para quien no lo sepa, Jim consiguió realizar una sentadilla de 400kg en una competición. En el camino hacia ese increíble reto, él realizó una docena de los mejores ejercicios diferentes, y añadiría, un método de entrenamiento aerospacial.
Después de hablar con Jim, recibí una llamada de otro buen amigo y uno de los mejores entrenadores de fuerza de Mineapolis, Rob Duggan. Hablé con él acerca de la conversación que tuve con Dos Remedios y se echó a reír de forma histérica. “Tío, ni siquiera me atrevo a mirar esa mierda más”, me dijo, en referencia a los textos sobre los complicados entrenamientos de los que estuvimos hablando. “Me ponen enfermo”.
He visto a Rob entrenar a cientos de clientes y he entrenado con él. Durante uno de los muchos entrenos que hicimos me reventó en la banca, con una serie de 145kg como si estuviese jugando. Es un tío que sabe una o dos cosas sobre como ponerse fuerte.
La pasada noche caminaba al gimnasio y vi a mi buen colega, John Alvino. John es uno de los tíos más brillantes en el campo y además se subió a la misma tarima que Jay Cutler. Estaba a la mitad de su entrenamiento. No estaba contando el exótico tempo o usando una pausa isobalística miométrica para mejorar la fuerza dinámica en sentadilla. No, simplemente lleva levantando grandes pesos desde hace doce o trece años cuando compitió con Jay Cutler. Le dije que echase un vistazo a ciertos papeles sobre entrenamientos científicos sólo por echar una risas, y su respuesta siempre es la misma: “tío, no tengo el corazón para hacerlo”.
He visto a pros y atletas de talla mundial que no han necesitado de un asombroso programa avanzado. A menos estés en el 1% que es superior a los demás, probablemente no vas a necesitas de algo por muy extravagante que sea para alcanzar tus metas.
Levanta pesado, levanta rápido, descansa y come correctamente. Si además eres atleta, combina eso con algunos ejercicios de velocidad y agilidad, cuidando de no sobreentrenar, y estarás a la cabeza del pelotón.
No es ciencia espacial.
Aportado Gendarme