Esperanza de vida y músculo

 

Un efecto secundario del buen hábito de entrenar en el gimnasio puede suponer una prolonganción de la esperanza de vida como alternativa a la restricción calórica.

Si a partir de hoy, empezaras a restringir tu consumo de calorías en un 30 o 40%, sin duda adelgazarías muchísimo, pero probablemente vivirías más tiempo. Por supuesto, ese tipo de privación podría hacer que te replantearas tus razones para querer vivir más tiempo, pero en cualquier caso, debería funcionar. Al menos lo ha hecho en chimpancés, perros, ratas, gusanos, moscas y levaduras. 

Probablemente tiene que ver con cosas como el aumento de la actividad de SIRT 1, la longitud de los telómeros y la salud mitocondrial, entre otras cosas. 

Así que este plan de restricción de alimentos y delgadez para vivir hasta los 100 años o más debería funcionar bien, suponiendo que no tengas que someterte a ninguna cirugía importante. Sin embargo, si lo haces, probablemente estés jodido, porque un estudiante de doctorado de Rotterdam descubrió que cuanto más músculo tienes, más probable es que sobrevivas a una cirugía mayor (y por inferencia, a una enfermedad mayor).

 

Lo que hizo

Jeroen van Vugt estudió a 206 personas con un tipo agresivo de cáncer de colon. Todos ellos habían sido operados y el 44% de ellos perdió suficiente peso como para que se les diagnosticara sarcopenia, una pérdida degenerativa de masa muscular. 

Los pacientes de este grupo eran más propensos a sufrir complicaciones quirúrgicas y se sometían a cirugías adicionales 2,1 veces más a menudo que los pacientes con una cantidad saludable de masa muscular. 

Entusiasmado por lo que había descubierto, van Vugt siguió entonces a otro grupo de 816 pacientes con cáncer colorrectal a los que los médicos habían extirpado los órganos afectados. En lugar de limitarse a observar la masa muscular, van Vugt fue un paso más allá: determinó tanto la masa como la densidad muscular de cada paciente. 

Analicemos ese término, densidad muscular, por un momento. Digamos que tienes una cierta cantidad de masa muscular, pero debido a una mala dieta y a la falta de actividad, tus fibras musculares se reducen y tu grasa corporal aumenta. Tus músculos pueden parecer igual de grandes, pero definitivamente no son tan duros (o fuertes) como los de una persona activa. 

Lo que van Vugt descubrió fue que las personas con más masa muscular tal vez morían un poco menos que las personas con poca masa muscular, pero no era estadísticamente significativo. Sin embargo, las personas con más densidad muscular murieron con menos frecuencia que las que tenían poca densidad muscular. 

Van Vugt también analizó a las personas que se habían sometido a un trasplante de hígado. De nuevo, los que tenían un mayor nivel de masa muscular tenían mejores tasas de supervivencia.

 

 

¿Qué significa esto para ti?

Van Vugt resumió sus hallazgos de la siguiente manera: 

"La baja masa esquelética se asocia con el aumento de la edad y las enfermedades, como el cáncer y las enfermedades hepáticas. Teniendo en cuenta el aumento de la edad de la población, el incremento de la incidencia del cáncer, la escasez de hígados de donantes que sigue existiendo y el aumento de las opciones de tratamiento quirúrgico y médico, la masa esquelética podría ser un complemento importante utilizado para la evaluación del riesgo. Además, podría ser un objetivo terapéutico para mejorar los resultados del tratamiento". 

Aunque van Vugt se centró únicamente en las intervenciones quirúrgicas y no en las enfermedades en general, no es descabellado suponer que un aumento de la masa muscular o de la densidad muscular también podría ser útil para ayudar al cuerpo a sobrellevar enfermedades de larga duración. 

Así que, si quieres vivir mucho tiempo, tienes que tener en cuenta algunas cosas. Si planeas no tener que operarte nunca ni enfermarte, no te importa tener un buen aspecto y no te importa no tener la fuerza física suficiente para abrir una bolsa de canónigos (o cualquier cosa insípida que te hayas resignado a comer), y no te importa tener un hambre voraz que te torture cada minuto que estés despierto, opta por la privación de calorías. 

Si, por el contrario, te preocupa alguna de las cosas mencionadas y tienes la visión realista de que algún día podrías enfermar o necesitar una operación por alguna enfermedad importante, opta por la vía de la musculación.

Por supuesto, si está leyendo está página, es probable que ya lo estés haciendo. Considera este estudio como una afirmación de tu elección de estilo de vida. También puedes utilizar este estudio para convencer a tus padres de que vayan al gimnasio (entrenen fuerza), suponiendo que quieras que vivan más tiempo.

 

Traducido y adaptado por Frutos

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