La respuesta es sí.
Un estudio hecho en el laboratorio del Dr. Jeff Volek investigó el papel de la grasa en la dieta y su efecto en los niveles de testosterona. Los científicos observaron que una dieta alta en este macronutriente (en especial de grasa saturada) aumentó los niveles de testosterona. Además también observaron mayores niveles después del ejercicio.
De esta manera Jacob recomienda que un 30% de las calorías totales de una dieta alta en carbohidratos provengan de la grasa (Esto en una dieta de 3000 kcal serían 900 kcal, correspondientes a 100 gr de grasa).
La segunda parte del estudio analizó los niveles de testosterona en atletas con experiencia comparando un entrenamiento típico culturista dividido por músculos con un entrenamiento centrado en ejercicios multiarticulares como la sentadilla o el peso muerto. El segundo obtuvo mejores resultados si bien en mi opinión (y la del propio Jacob) habría que coger esto con pinzas.
Concluyendo, no deberíamos tener miedo a la grasa pues es un macronutriente esencial para un entorno hormonal favorable y la creación de masa muscular. Para optimizar esto se recomienda separar las comidas altas en grasa y en carbohidrato (por ejemplo desayunando huevos con queso y vegetales, y comiendo la mayoría de carbohidratos en la comida post entreno, incluyendo menos grasa).
Traducido y aportado por Fabixenon